Explicaba en mi artículo anterior sobre las posibilidades de la explotación del océano en 2 lugares de la provincia de Santa Cruz, Punta Quilla-Puerto de Santa Cruz y Punta Loyola-Puerto de Rio Gallegos.
Observando en el plano la ubicación geográfica de los lugares indicados:

y comparando la posición de los mismos respecto del tendido del gasoducto troncal Libertador General San Martín como también de la de línea de alta tensión de 500 KV, podemos concluir que nos encontramos en una posición estratégica respecto de las iniciativas de producción de energía oceánica.

Ahora bien, frente a ello propongo aprovechar esta ventaja posicional generando valor agregado a la energía oceánica que puede obtenerse utilizándola en la generación de hidrogeno verde.
En este sentido destaco el interés de la provincia de Santa Cruz en la producción de hidrógeno el cual queda plasmado en los estudios que lleva adelante en su Planta Experimental de Hidrógeno en la localidad de Pico Truncado.
En el mundo se están empezando a superar las barreras técnico económicas que permiten obtener un producto rentable.
El primer aspecto a superar es la obtención de agua con un adecuado grado de pureza que hasta la fecha era una extracción bastante costosa producirla del agua de mar.
Entonces, todo parece haber mejorado gracias a los hallazgos del equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, quienes han conseguido un nuevo sistema para separar el hidrógeno y el oxígeno del agua de mar a través de la electricidad.
Hasta el día de hoy en la electrolisis utilizada para generar hidrógeno el cloruro cargado negativamente, -presente en la sal de agua de mar-, corroe el ánodo, limitando la vida útil del sistema.
El hallazgo fue cubrir el ánodo con capas ricas en cargas negativas, estas reducen la descomposición del metal subyacente y para ello usaron hidróxido de hierro y níquel y sulfuro de níquel, los cuales durante la electrólisis se convierten en una capa cargada negativamente que protege el ánodo.
El ánodo entonces paso de funcionar correctamente durante 12 horas a funcionar 1000 horas.
En igual sentido, científicos chinos de la empresa Dongfang Electric Corporation producen hidrógeno verde directamente del agua de mar en un parque eólico marino mediante un proceso de electrólisis directa del agua de mar que evita la necesidad de desalinización por separado.
Así las cosas, una planta de hidrógeno ubicada en cualquiera de las dos localidades propuestas contaría con la energía oceánica necesaria, el insumo agua y la posibilidad de exportar a través de esos puertos patagónicos o bien trasladar ese hidrógeno verde a través del gasoducto troncal Gral. San Martin.
En efecto, y sobre esto último, los investigadores del Instituto Fraunhofer-Gesellschaft de Alemania, han descubierto la forma de transportar el hidrógeno verde a través de los conductos del gas natural, gracias a una membrana de carbono que separe el hidrógeno del gas natural.

Si bien este método se encuentra en estado embrionario no es considerado un tema menor ya que 11 compañías europeas de infraestructura de gas de 9 estados miembros de la UE planean adaptar la infraestructura de gas existente para que transporte hidrógeno de forma asequible.
Los proyectos más destacados del transporte de hidrogeno en las tuberías de gas son: HyDeploy (Reino Unido), H2IGCC:(Europa), MethQuest: (Alemania), HyDeal Ambition: (Francia, España y Portugal).
No escapa a mi criterio, que no sólo es necesario que se consoliden los desarrollos enunciados para poder empezar a implementarlos sino que también deben darse otras condiciones favorables a nivel país para que las inversiones en proyectos de esta envergadura puedan realizarse.
A modo de ejemplo, la empresa australiana Fortescue Future Industries que tenía previsto invertir hasta USD 8400 millones hasta el año 2029 para producir y exportar hidrógeno verde desde la provincia de Río Negro, a decidido no priorizar el proyecto en el país habida cuenta que es clave contar con un marco regulatorio que defina las bases del desarrollo de esta industria en Argentina.
Esto nos hace reflexionar en cuanto a que el modelo que persiguen los inversores externos es producir lo que ellos consumen en países cuyas condiciones naturales permitan una explotación sumamente rentable.
Esta situación no nos es ajena, la explotación de los yacimientos de litio es una muestra de ello ya que todos los proyectos en producción y en desarrollo son liderados por empresas extranjeras que consumen el insumo, si bien debemos reconocer una pequeña participación en algunos de ellos de las provincias de Jujuy y Salta.
En concreto, la realidad es que la empresas extranjeras producen su propio insumo fronteras afuera, situación muy distinta a la premisa básica en comercio internacional que es tener una balanza comercial equilibrada.
En el caso citado de Fortescue Future Industries antes de empezar a producir ya tenían contratos para la venta de hidrógeno a partir de 2024 siendo que el objetivo de la compañía era alcanzar las 15 millones de toneladas de hidrógeno verde por año para el 2030, aumentando a 50 millones de toneladas por año durante la siguiente década, además de utilizar el hidrógeno para descarbonizar sus operaciones mineras.
En síntesis, es una situación muy ventajosa para el país aprovechar este modelo de producción que permite desarrollar proyectos estratégicos, instalar una industria importante con la venta del producido asegurada, generando finalmente divisas reales.
El éxito dependerá de cuan justo es el equilibrio para las partes, siguiendo el pensamiento aristotélico de lograr el justo medio de las cosas.
Laura ANDINO. Contadora (UBA), Licenciada en Administración (UBA) y Abogada (UBA). Posgrado en Compliance Officer con portabilidad Internacional (UCEMA), Máster en Derecho (UdeSA), Especialización en Análisis del Lugar del Hecho (IUPFA), Diplomada en Justicia Restaurativa (UNMdP), Diplomada en Producción de Litio (UA), Especialista Universitaria en Movilidad Sustentable (UTN). Máster en Desarrollo Energético Sustentable (ITBA).